Nuestra empresa ofrece a través de sus perfiles de aluminio, un producto ‘100% commodity’, por lo cual para diferenciarnos elegimos diseñar estratégicamente nuestra comunicación, impulsando la mejor percepción de valor para nuestros productos y servicios. Buscamos diferenciarnos desde la propia necesidad del cliente, ofreciendo soluciones personalizadas como entregas trazables y rápidas. La situación argentina nos obliga a pensar fuera de la caja y buscar nuevas ideas para competir con los productos extranjeros.

Desde nuestra Carrera en la UP, nos esforzamos por establecer conexiones reales entre los futuros diseñadores y las empresas, buscando que comprendan las problemáticas actuales y estén capacitados para ofrecer respuestas a desafíos futuros, contribuyendo así a la construcción de nuevos escenarios

Considero importante separar al diseño de la idea, son cosas distintas. Hay una frase que refleja la enseñanza genial del maestro de todos los diseñadores industriales, Ricardo Blanco: ¨El diseño alcanzará su merecida importancia cuando los empresarios busquen activamente a diseñadores en lugar de que los diseñadores a los empresarios¨. En cuanto a la enseñanza, con la diversidad de carreras y universidades, se puede obtener diseñadores con enfoques diversos: desarrollistas, gestores, investigadores y creativos.

Desde Mike exportamos a varios países de la región, como Uruguay y Chile, pero hoy nuestra competitividad está amenazada debido a los problemas con la importación. A la hora de diseñar un producto exclusivo buscamos materiales de última gama y por ello nos centramos en el aluminio, que lo consideramos de excelencia para el uso exterior por su resistencia a la intemperie. Además, logramos la provisión nacional a través de empresas como Metrar.

Es crucial que el departamento de desarrollo esté involucrado desde el principio con el proveedor, para asegurar que comprenda nuestras necesidades y pueda acompañarnos durante el proceso, desde la concepción hasta la producción del prototipo. Esta colaboración activa es esencial para garantizar productos de calidad que se destaquen en el mercado.

Como empresario y diseñador, amo el diseño argentino y creo que es nuestro potencial para exportar al mundo y ganar reconocimiento internacional. Considero que el diseño tiene el poder de contagiar y unirnos en una dirección común. La colaboración entre empresas es fundamental para que el mundo nos mire

Como empresarios, llevamos en nuestro ADN la identidad argentina sudamericana, que fue creada gracias a las crisis y que busca siempre capitalizar cada tiempo con mirada global. En el mundo se están revalorizando varias cualidades de los diseñadores de la región, como nuestro compromiso con el medio ambiente.

Como empresaria, creo que el diseño nos logra posicionar en otra categoría. No nos imaginamos trabajar sin diseñadores porque los consideramos tan cruciales como a los ingenieros. Desde mi perspectiva, el diseño marca la diferencia en el mercado; te adentra en un nicho diferente. Nosotros, gracias al diseño, tenemos clientes de nicho en una decena de países. Sobre todo trabajamos con empresas de alta gama de retail, donde la inversión inicial no es un limitante, como Dior, Hermes, entre otros.

Para ofrecer una propuesta acertada desde el diseño, hay que involucrarse con el negocio del cliente. El diseño no es un resultado, es un camino, donde el cliente va a comunicar su necesidad y luego comienza el proceso que genera un fuerte valor agregado.

El diseño es un valor agregado para el cliente, pero también para la empresa. Por ejemplo, los colchones compactos revolucionaron la forma de traslado para las empresas y los clientes. Pero incluso esos diseños se pueden vender al cliente como valor agregado si se tiene una buena comunicación. Para lograrlo, es esencial conocer al cliente, su poder adquisitivo y elegir dónde posicionarte. La comunicación es fundamental, porque el diseño genera valor hasta el punto en el que el cliente lo pueda percibir

Considerar al diseño como un valor agregado es una obviedad y debemos verlo como una necesidad; un producto sin diseño es como un auto sin ruedas.El diseño no es un mero aporte estético, es una forma de pensar. Detrás de un producto, aunque sea muy sencillo, hay millones de personas diseñando cada parte de su cadena.

Hacer diseño de autor al principio era muy frustrante porque quería educar al cliente y en Argentina -en especial cuando hablamos de Pymes-, es difícil porque tiene una tendencia a discutirle al diseñador todo. No fue hasta que me invitaron a una exposición afuera que comprendí cómo se valora realmente el diseño. Estoy yendo por tercera vez a tomar contacto con el mercado internacional, con públicos que ya tienen sus necesidades cubiertas y compran arte por el valor conceptual de las piezas

Los diseñadores argentinos tenemos la habilidad de nacionalizar cualquier producto, adaptándolo a las necesidades y costumbres de nuestro propio país. Esta identidad latinoamericana es la que nos vuelve tan codiciados y demandados. La sinergia entre las tres partes garantiza un proyecto exitoso: la gestión estratégica del diseño, la empresa y cada proveedor.

En nuestra industria, ,al tratarse de productos de consumo masivo, los consumidores buscan principalmente precio para tomar decisiones y por eso, es difícil crear diseños cuando el mismo cliente no sabe valorarlos. Pero tenemos que lograr que sea una unión entre diseño y precio lo que busque el mercado, donde el diseño sea un agregado que justifique su valor extra para el consumidor, porque representa una ganancia adicional.